Sinónimo de chocolate y liberación de endorfinas. Un brownie con capa crujiente y relleno húmedo es un pase directo al cielo, y el compañero perfecto para un buen café, un buen helado o una buena compañía. Hay mil recetas en internet, todas con su toque especial, y quise compartir la mía. Es la receta perfecta cuando tienes poco tiempo, ya que su preparación es bien sencilla y rápida y no requieres de equipos o técnicas especiales. Es ideal para un molde cuadrado como para 9 porciones
Ingredientes
- 300 g de Chocolate Semi-amargo. También puedes usar chips de repostería o sucedáneo de chocolate que suelen ser más baratos (si quieres aprender más de las diferencias con el chocolate real te dejo este link)
- 200 g de mantequilla o margarina
- 290 g de azúcar
- 3 huevos
- 120 g de harina de trigo sin polvos de hornear
- Esencia de vainilla o alguna de tu preferencia
- Opcional: chips de chocolate o nueces partidas
Preparación
Primero encendemos el horno y precalentaremos a 180°C mientras hacemos nuestra mezcla. En una olla a fuego bajo vamos a derretir la mantequilla con el chocolate, siempre revolviendo para cuidar que no se queme nuestro chocolate. Una vez derretido, retiramos del fuego y agregamos el azúcar y la vainilla. Iremos agregando los huevos de a uno, y finalmente la harina cernida o pasada por un colador. Batiremos sólo hasta integrar los ingredientes.
Una vez lista nuestra mezcla, vertemos en el molde previamente engrasado o también podemos usar papel encerado o papel mantequilla. Finalmente, hornearemos durante aproximadamente 25 minutos, o hasta que al introducir un palillo éste salga con algo de mezcla pegada, sin ser líquida. Idealmente sacar del horno y dejar reposar hasta que enfríe antes de cortar, ya que si cortamos caliente nuestro Brownie estará muy suave y pegajoso.
Para servir, puedes calentarlos un poco para acompañar con helado, o simplemente lo sacas directo de la nevera para disfrutar de otra textura diferente pero no menos deliciosa. Si deseas vender, puedes utilizar bolsitas individuales las cuales puedes personalizar, o puedes vender en cajitas las porciones variadas con distintos toppings, decoraciones o incluso letras. Recuerda que en la pastelería, tu creatividad no tiene límites!